El pelamen de la perrita de Aguilar

El vicepresidente del Gobierno de Canarias. El presidente del Partido Popular de Canarias. El referente de parte de la derecha canaria. Redactor de una de las ponencias más importantes del último congreso del Partido Popular a nivel nacional. Ex alcalde de Las Palmas de Gran Canaria y ex presidente del Cabildo de Gran Canaria. Además de todo esto, sus labores. Un curriculum extenso tiene José Manuel Soria y viene ahora con el pelamen de la perrita de Aguilar para defenderse del ánimo que ha infundado el socialista a los ciudadanos de llevar a Soria a los juzgados. El corte de audio no tiene desperdicio y es que Soria ha dico que «Aguilar desmienta que pasea a su perrita en coche oficial». Y habla del pelamen de la perrita de Aguilar y como lo deja en el coche. Estará preocupado Soria por la pulcritud del vehículo. O tendrá una cadena de lavados de coche que quiere promocionar.

A saber, todo es posible viniendo de José Manuel. Lo cierto es que, con los ayuntamientos y cabildos de uña y la Comunidad Autónoma sumida en un descalabro de desempleo, con graves problemas sociales enseñando las narices y con la que le está cayendo a nivel judicial a Soria, sale con la perrita de Aguilar. Me molestan estas cosas, la verdad. Pues me da igual su perra. Las que me importan, señor Soria, son las que no llegan. Las perras que se pierden por el camino y las perras, que según los datos que se ofrecieron ayer, dicen que por irregularidades y malos trámites del PP, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria acumula 40 millones de euros en indemnizaciones a promotoras. Esas no son perritas, son perrazas.

El ministro canario

Hay quien anda rasgándose las vestiduras porque Juan Fernando López Aguilar no ha sido uno de los «elegidos» por Zapatero. Hay una corriente que lleva la marejada de «desprecio» hacia el trabajo del político del PSC por parte del presidente del Gobierno, al tomar esta decisión de ausentarlo de las caras más públicas del Ejecutivo.

No es fundamental la presencia de un ministro canario para canalizar las políticas que necesite la sociedad de las Islas, y si lo fuera sería denunciable. Si así lo exigen, quién lo hace, ¿Puede demostrar que las comunidades obtienen privilegios cuando hay un ministro de la tierra? y si es así ¿Por qué no lo denuncian con datos?

Los que «aman Canarias» deben andar contentos, cuentan, pero es que JFLA vuelve a demostrar que sin estar, estando, o a medio estar, como verdaderamente está, saca los colores y las vergüenzas del nacionalismo que ve, por primera vez en muchos años, su poder administrativo tocado, y con probabilidades de hundimiento inminente.

Es un parecer, pero JFLA, aunque no gobierna en Canarias después de postularse, y aun si volviera a salir derrotado, vía formula similar a la actual, tiene la batalla moral ganada.

Comentario: El chikichiki del presidente Paulino

Una línea para excusar el parón productivo por cuestiones técnicas con la infraestructura informática casera.

Comenzaré a rodarme otra vez con una pequeña alusión al presidente de todos los canarios, Paulino Rivero. La semana pasada fue el Debate del Estado de la Nacionalidad Canaria, y como se supo, por el eco que se han hecho varios medios de comunicación, el actual presidente y máximo responsable del Gobierno de Canarias hizo una alusión al chikichiki, nombre que además de darle distintos usos en el mismo discurso, intentó que fuera el de bautizo del lider de la oposición que le ha desquiciado en cada uno de sus días como presidente, Juan Fernando López Aguilar.

Que lo hiciera Barragán, portavoz nacionalista en el Parlamento de Canarias, tendría su sentido. Es un tipo algo más casposo, limitado e irresponsable en su discurso. Sería demencial, a pesar de tener sentido, que un portavoz alzase tal proclama a un lugar donde supuestamente expresan sus líneas de acción, debates y discursos aquellos que dicen dirigir Canarias con equidad.

Juan Fernando López Aguilar se va. Se pone una vez más al servicio de su partido, el PSOE, demostrando que cuenta en Madrid porque responde con cierta eficiencia a cualquier cometido.  Con López Aguilar se va el continuo dolor de cabeza de Rivero y sobre todo pierde calidad oratoria y lingüistica el Parlamento. Probablemente también se vaya parte de la tensión que el candidato socialista era capaz de generar en su contra. Con cualquiera otro, serán más amables.